Escuchar una gran voz constituye siempre un acontecimiento. Daniela Dessì llega por primera vez a Galicia en una espléndida madurez vocal que se advierte en la depuración de su arte y en la cada vez más acentuada dimensión dramática de su cuerda. El programa combinó con sabiduría el canto y los pasajes orquestales, de manera que la artista pudo descansar entre cada una de sus actuaciones. Así, el programa no fue demasiado generoso desde el punto de vista vocal (sólo seis obras programadas), pero se compensó con tres bises, que pudieron ser más de haber querido ella porque el público coruñés, siempre sensible al canto, no se cansaba de aplaudirle y de aclamarle. Lo que está muy claro es que la soprano genovesa es una cantante para la escena; en el recital, aunque se mostró comedida en los apoyos corporales, utilizando sobre todo el vehículo de la voz, como es preceptivo, surgió incontenible esa fuerza expresiva que se transmite al público.
En el momento actual, su voz mantiene una maravillosa capacidad para apianar (casi siempre, abriendo bien la cavidad oral) y para emitir dulces sonidos, aunque en centro y graves aparezcan ocasionalmente estridencias y veladuras; los agudos son brillantes, esplendorosos. Al parecer, la voz necesita un calentamiento muy intenso para dar lo mejor de sí misma, porque la segunda parte fue muy superior a la primera. En mi opinión -y en la del público- los momentos más sobresalientes del recital fueron, por este orden, Pace, mio Dio, de La forza del destino, y Ritorna vincitor, de Aida, ambas de Verdi; La mamma morta, de Andrea Chénier, de Giordano; y Io son l'umile ancella, de Adriana Lecouvreur, de Cilea y Tu, che di gel sei cinta, de Turandot, de Puccini; estas dos últimas, ofrecidas como bis. En general, acertada la orquesta ovetense, muy bien dirigida por Rizzo. Intérpretes: Daniela Dessì, soprano. Oviedo Filarmonía. Director, Pietro Rizzo
Programa: Fragmentos de ópera de Puccini, Mascagni, Verdi y Giordano Fecha: 12 de septiembre de 2010
Lugar: Teatro Colón, A Coruña
Julio Andrade Malde
Nessun commento:
Posta un commento